¡Bienvenido! Querido lector, Mi nombre es Omar Saldivia y hace más de 10 años que me dedico profesionalmente a contar historias y al fomento lector. Soy por lo tanto; un CuentaCuentos, un Narrador Oral o un Cuentero, dependiendo del país en que me estés leyendo. En función de mi oficio, me he involucrado en múltiples proyectos en el maravilloso campo del Fomento Lector. Ha sido en el curso de estos años, gracias a los cuales, he podido aprender un par de cosas, que a partir de hoy quisiera compartir contigo: Mis Consejos para evitar errores en el fomento lector o en otras palabras “Cómo NO fomentar el gusto por los Libros”.
¿Por qué ocurren errores en el fomento lector?
Estoy convencido de que aquello que SÍ FUNCIONA, que sí logrará despertar el interés y la pasión de tus hijos o estudiantes, será en cada caso, el resultado de un proceso de diálogo entre lo que tú deseas y lo que ellos desean. Por lo tanto, algo único para lo cual no existen recetas.
Sin embargo, al menos en mi experiencia, cada vez que algo NO FUNCIONA en el fomento lector casi siempre ha sido el resultado de un conjunto de cosas. Cosas que solemos hacer los adultos y sobre las cuales nunca está demás advertir. Para plantear lo que considero el primero y mayor de nuestros errores, “Cómo NO fomentar el gusto por los Libros” ¿Qué tal si lo hacemos con una historia?
Fábula: El Humano y el León
Jerarquías vs. diferencias
Con esta fábula, Esopo nos intenta advertir sobre lo limitado de los puntos de vista, y el absurdo de establecer una jerarquía sobre algo que en realidad es mera diferencia. Sin embargo ¿Qué tiene que ver esta historia con nuestro tema?, ¿Qué tiene que ver el león, el humano y la estatua con “Cómo NO fomentar el gusto por los libros”?. Antes de presentar mi respuesta a estas preguntas. Te invito a dejar en los comentarios tus propias interpretaciones. ¿Listo? ¡Perfecto!
Continuemos… Por mi parte, esta fábula refleja el primer y mayor error que solemos cometer los adultos. Buscando, no solo al promover el gusto por los libros y la lectura, sino también al momento de “educar” en términos generales que podría resumirse en: SUBESTIMAR A LOS NIÑOS Y NIÑAS.
No subestimar a los niños y niñas
Esa incapacidad tan común para aceptar que el niño o la niña (al igual que el León), es distinto y no por esto inferior al adulto (o al Humano). Sé lo que quizás están pensando:
- ¿No es acaso subestimar a los niños y niñas cuando los adultos determinamos, sin su participación, qué títulos pueden o no leer?
- ¿No es acaso subestimar a los niños y niñas, el tomar cómo mejor consejo el comentario de algún experto en internet antes que sus gustos particulares e intereses individuales?
- ¿Es que entonces estoy proponiendo dejar que los niños y niñas decidan todo por ellos mismos y que los padres pasen a ser sus sirvientes?
Pero… Cuidado el “dejar hacer” sin regulaciones, resulta igualmente negligente que el cohibir toda forma de autonomía. Simplemente no subestime a los niños y niñas.
Mi consejo
Mi consejo es que reine el diálogo. La próxima vez que desees comprar un libro para un niño o una niña antes de guiarte por recomendaciones de otros adultos en internet, o por el marketing de las editoriales especializadas: HABLA CON ÉL O ELLA. De ser posible, organiza una excursión a la librería o biblioteca pública más cercana. Permite que luego de hacer una selección de libros, que sea él o ella quien escoja que leer.
Esta experiencia con los libros no solo fortalecerá su mente, sino por sobre todo sus vínculos. Haciendo de la experiencia de leer, una aventura memorable que comienza, transcurre y termina entre conversaciones. Donde el protagonista siempre es el niño o la niña, su libertad y su intrínseco deseo por conocer.
Excelentes aclaraciones y muy buenas sugerencias.
Muchas gracias por su comentario. Le invitamos a unirse a nuestra idea de fomentar el amor por la lectura en todos los niños y niñas.